Lo bueno va empezando...
Ya ha pasado más de un mes (tampoco exageremos, un mes y un día) desde que sé que soy uno de los afortunados becados por la FAO; hace un mes desde que mi futuro cambió por completo, desde que se abrieron una infinidad de puertas hacia nuevos saberes, culturas y amistades; un mes en el que ha pasado de todo.