Y todo comenzó como si nada... [Parte 2]
Sigamos contando la historia de cómo llegué hasta aquí.
Tras la primera criba, nos llegó un mensaje en el que se nos explicaba cómo debía ser la prueba oral, la duración y el día. Nos organizaron por apellidos, y me tocó el día 13 de enero (tenía que ser 13...).
Era el primero de mi grupo, y me podían llamar entre las 5 y las 6 de la tarde. ¡Ah!, se me olvidó decirlo: la prueba oral era íntegramente por Skype (me llamaban desde la central en Madrid) y constaba de dos partes, una primera en la que cada participante hacía una exposición sobre un tema elegido por él/ella en inglés de menos de 3 minutos, y una segunda en la que los entrevistadores te entrevistaban (valga la redundancia) en inglés y/o castellano. Toda la gente que conozco que se presentó eligió temas típicos como mis aspiraciones, qué quiero ser de mayor, mis aficiones, ... Pues bien, el "topic" que escogí fue la influencia que tienen los actores y actrices de Hollywood sobre la gente más normal. Yo también me quedé con esa cara que tienes ahora: ¿por qué ese tema tan... alternativo? Esa misma sensación quería causar en mis entrevistadores; quería asegurarme de tener un tema más original, para que los entrevistadores vieran (mejor dicho, oyeran) algo distinto. Pues ya ves, funcionó ;) Aunque la exposición me salió mejor de lo que pensaba, lo que me hizo pensar que no pasaría la segunda prueba fue la entrevista posterior. Mi usuario eran dos mujeres que me lanzaban preguntas de todo tipo desde el otro lado de la pantalla en castellano. Contesté lo más sinceramente posible, aunque pienso que podría haberlo hecho mejor. Estaba muy nervioso, pero lo importante es que se fijaron en mí, y lo pasé.
Si la publicación de las primeras listas fue emocionante, no sé cómo catalogar a la segunda. Pasaban los días y no podía aguantar más la espera: el 26 de enero de 2016 se publicarían las ansiadas listas definitivas, los 500 afortunados que podrían disfrutar de 10 meses en su país de ensueño (en mi caso, USA). Llegó el día: no sé cómo no morí de nervios. Tocaba instituto por la mañana; fueron 4 de las horas más largas de mi vida. A la quinta, las listas estaban a punto de salir, como en el caso anterior, a la 1 del mediodía. De nuevo le dije a mi padre que me llamara con los resultados, pero de nuevo no me llamó. Cada minuto que pasaba, mentira, cada segundo que pasaba estaba más cerca de un ataque al corazón (bueno, un poco exagerado, pero cierto). Seguía sin recibir noticias de las listas. Llegó la sexta y última hora de instituto de ese día: Matemáticas, con eso digo todo. Menos mal que teníamos un pequeño examen de media hora del libro que debíamos leer (aunque al final duró casi la hora entera), lo cual me distrajo un poco. Ya era consciente de que los resultados estaban disponibles. Terminé la prueba lo antes posible, y pedí prestado un ordenador de estos verdes que da la Junta de Andalucía (nótese que perdí el mío en una parada de bus) a uno de mis mejores amigos, decidido a ver si me iba a USA o me quedaba en España. Lo encendí, pero no pude seguir; era un constante vaivén de sensaciones contrarias, por un lado las ganas inmensas de ver las listas, por el otro el miedo al resultado final. Casi a la hora de salida de clase y con el apoyo (y, en cierto modo, presión) de todos mis compañeros, me decidí a mirarlas. Metí la página web en Google, y teclée mi DNI y la contraseña. A partir de ahí no pude seguir. Justo en ese momento sonó el timbre de salida, y todos mis amigos se levantaron corriendo y se arremolinaron en torno a mi mesa, solo deseando ver de una vez si me iba o no. Yo, por otro lado, me levanté de mi silla; no podía seguir. Ante esto, mis amigos no se dieron por vencidos y, ya que había puesto todos los datos, lo único que tuvieron que hacer fue darle a Intro. Mientras, yo estaba mirando por la ventana, filosofando acerca de cuál podría ser el resultado, y esperando a ver qué pasaba. Abrieron el PDF. Buscaron mi apellido. Y estaba. Lo repito, ESTABA. Nunca olvidaré ese momento de euforia, emoción y alegría: tras verme en las listas, todos empezaron a saltar, a gritar y a abalanzarse sobre mí para darme la enhorabuena. Ese día salí del instituto chillando que me habían dado una beca como una cabra loca.
A partir de ahí, tuve que rellenar una pila de mil papeles para la asociación que llevaría mi beca, SHE Herencia, incluyendo mi pasaporte, las vacunas, el visado, una ficha para el instituto, el certificado médico, una carta de dos hojas a mi familia de allí (mención especial a mi profesora de inglés por haberle echado un vistazo antes de enviarla), un collage con fotos mías, y un largo etcétera. Esos sí, el papeleo vale le pena: UN AÑO EN USA. Aún no me lo creo.
Y esta es básicamente mi historia de cómo la Fundación Amancio Ortega me dio una beca para estudiar en ese referente mundial que es USA un año entero. ¡Ah!, se me olvidaba algo muy importante. Gracias a mi amiga Cristina, a la que, por cierto, le han dado la misma beca que a mí pero para Canadá (Mantiss, si estás leyendo esto, sabes que lo valemos ;)), me enteré de que los becados de toda España habían creado un grupo en el que estaban empezando a conocerse y a presentarse. Por supuesto, le pedí que me metiera, y no fue para nada una mala idea: había gente de Cataluña, Albacete, Alicante, País Vasco, Mallorca, Canarias, Madrid, Galicia, Andalucía y de casi todas las provincias del panorama español. Me acuerdo cómo empezaron siendo 10 o 12, me dijeron, y ahora somos ¡más de 110! (sin contar a todos nuestros hermanos perdidos que aún debemos encontrar). Pues esta entrada va por ellos, por hacerme las tardes más amenas (nótese la gran ironía) con 1000 mensajes por hora aunque, eso sí, el valor de haberles conocido no se puede sustituir por nada. ¡Espero veros en el NH ;)!
Después de todo este ajetreo de emociones, me encuentro aquí y ahora escribiendo estas palabras para ti, lector anónimo, ansioso de saber ya cuál es mi estado y cómo es mi familia.
Tiempo al tiempo, lo mejor se hace de rogar.
To be continued...
Tras la primera criba, nos llegó un mensaje en el que se nos explicaba cómo debía ser la prueba oral, la duración y el día. Nos organizaron por apellidos, y me tocó el día 13 de enero (tenía que ser 13...).
Era el primero de mi grupo, y me podían llamar entre las 5 y las 6 de la tarde. ¡Ah!, se me olvidó decirlo: la prueba oral era íntegramente por Skype (me llamaban desde la central en Madrid) y constaba de dos partes, una primera en la que cada participante hacía una exposición sobre un tema elegido por él/ella en inglés de menos de 3 minutos, y una segunda en la que los entrevistadores te entrevistaban (valga la redundancia) en inglés y/o castellano. Toda la gente que conozco que se presentó eligió temas típicos como mis aspiraciones, qué quiero ser de mayor, mis aficiones, ... Pues bien, el "topic" que escogí fue la influencia que tienen los actores y actrices de Hollywood sobre la gente más normal. Yo también me quedé con esa cara que tienes ahora: ¿por qué ese tema tan... alternativo? Esa misma sensación quería causar en mis entrevistadores; quería asegurarme de tener un tema más original, para que los entrevistadores vieran (mejor dicho, oyeran) algo distinto. Pues ya ves, funcionó ;) Aunque la exposición me salió mejor de lo que pensaba, lo que me hizo pensar que no pasaría la segunda prueba fue la entrevista posterior. Mi usuario eran dos mujeres que me lanzaban preguntas de todo tipo desde el otro lado de la pantalla en castellano. Contesté lo más sinceramente posible, aunque pienso que podría haberlo hecho mejor. Estaba muy nervioso, pero lo importante es que se fijaron en mí, y lo pasé.
Si la publicación de las primeras listas fue emocionante, no sé cómo catalogar a la segunda. Pasaban los días y no podía aguantar más la espera: el 26 de enero de 2016 se publicarían las ansiadas listas definitivas, los 500 afortunados que podrían disfrutar de 10 meses en su país de ensueño (en mi caso, USA). Llegó el día: no sé cómo no morí de nervios. Tocaba instituto por la mañana; fueron 4 de las horas más largas de mi vida. A la quinta, las listas estaban a punto de salir, como en el caso anterior, a la 1 del mediodía. De nuevo le dije a mi padre que me llamara con los resultados, pero de nuevo no me llamó. Cada minuto que pasaba, mentira, cada segundo que pasaba estaba más cerca de un ataque al corazón (bueno, un poco exagerado, pero cierto). Seguía sin recibir noticias de las listas. Llegó la sexta y última hora de instituto de ese día: Matemáticas, con eso digo todo. Menos mal que teníamos un pequeño examen de media hora del libro que debíamos leer (aunque al final duró casi la hora entera), lo cual me distrajo un poco. Ya era consciente de que los resultados estaban disponibles. Terminé la prueba lo antes posible, y pedí prestado un ordenador de estos verdes que da la Junta de Andalucía (nótese que perdí el mío en una parada de bus) a uno de mis mejores amigos, decidido a ver si me iba a USA o me quedaba en España. Lo encendí, pero no pude seguir; era un constante vaivén de sensaciones contrarias, por un lado las ganas inmensas de ver las listas, por el otro el miedo al resultado final. Casi a la hora de salida de clase y con el apoyo (y, en cierto modo, presión) de todos mis compañeros, me decidí a mirarlas. Metí la página web en Google, y teclée mi DNI y la contraseña. A partir de ahí no pude seguir. Justo en ese momento sonó el timbre de salida, y todos mis amigos se levantaron corriendo y se arremolinaron en torno a mi mesa, solo deseando ver de una vez si me iba o no. Yo, por otro lado, me levanté de mi silla; no podía seguir. Ante esto, mis amigos no se dieron por vencidos y, ya que había puesto todos los datos, lo único que tuvieron que hacer fue darle a Intro. Mientras, yo estaba mirando por la ventana, filosofando acerca de cuál podría ser el resultado, y esperando a ver qué pasaba. Abrieron el PDF. Buscaron mi apellido. Y estaba. Lo repito, ESTABA. Nunca olvidaré ese momento de euforia, emoción y alegría: tras verme en las listas, todos empezaron a saltar, a gritar y a abalanzarse sobre mí para darme la enhorabuena. Ese día salí del instituto chillando que me habían dado una beca como una cabra loca.
A partir de ahí, tuve que rellenar una pila de mil papeles para la asociación que llevaría mi beca, SHE Herencia, incluyendo mi pasaporte, las vacunas, el visado, una ficha para el instituto, el certificado médico, una carta de dos hojas a mi familia de allí (mención especial a mi profesora de inglés por haberle echado un vistazo antes de enviarla), un collage con fotos mías, y un largo etcétera. Esos sí, el papeleo vale le pena: UN AÑO EN USA. Aún no me lo creo.
Y esta es básicamente mi historia de cómo la Fundación Amancio Ortega me dio una beca para estudiar en ese referente mundial que es USA un año entero. ¡Ah!, se me olvidaba algo muy importante. Gracias a mi amiga Cristina, a la que, por cierto, le han dado la misma beca que a mí pero para Canadá (Mantiss, si estás leyendo esto, sabes que lo valemos ;)), me enteré de que los becados de toda España habían creado un grupo en el que estaban empezando a conocerse y a presentarse. Por supuesto, le pedí que me metiera, y no fue para nada una mala idea: había gente de Cataluña, Albacete, Alicante, País Vasco, Mallorca, Canarias, Madrid, Galicia, Andalucía y de casi todas las provincias del panorama español. Me acuerdo cómo empezaron siendo 10 o 12, me dijeron, y ahora somos ¡más de 110! (sin contar a todos nuestros hermanos perdidos que aún debemos encontrar). Pues esta entrada va por ellos, por hacerme las tardes más amenas (nótese la gran ironía) con 1000 mensajes por hora aunque, eso sí, el valor de haberles conocido no se puede sustituir por nada. ¡Espero veros en el NH ;)!
Después de todo este ajetreo de emociones, me encuentro aquí y ahora escribiendo estas palabras para ti, lector anónimo, ansioso de saber ya cuál es mi estado y cómo es mi familia.
Tiempo al tiempo, lo mejor se hace de rogar.
To be continued...
Regret is not when you could not finish what you started,
but is when you do not start what you could have finished
but is when you do not start what you could have finished
Hola, el 9 hago mi prueba oral, y quería pregunatrte el tipo de preguntas que hacen , si te interrumpieron en la exposición o cualquie otra cosa que me sirav :) Estoy un poco nerviosa, ¿qué hiciste para que la exposición te saliera tan bien? Yo lo he escrito y me lo voy a aprender, ¿tu hiciste lo mismo? Muchas gracias!
ResponderEliminarPasame un correo o alguna red social y hablamos!
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