One step closer: Embassy of the United States of America (-13)
Acabo de volver de Madrid de nuestra corta aventura para conseguir el ansiado visado y así poder viajar legalmente a USA. Y menos mal que a mi ciudad llega el AVE, porque sino...
Todo empezó el lunes, día 8 de agosto de 2016, cuando estábamos unos amigos y yo en la estación de autobuses de Sevilla esperando al que nos llevaría a Matalascañas para darle una sorpresa-despedida a una Spanadian a la que ya no volveré a ver hasta dentro de un año. Perdimos el primer bus, pero mientras esperábamos al siguiente me llegó el e-mail con la fecha para el visado; tenía que irme al día siguiente. Menos mal que adelantamos el plan... Pues bien, con el susto en el cuerpo(puesto que me dijeron que no iba a ir tan pronto), nos fuimos y pasamos un día estupendo de playa!!
El caso, que cual gamba de todo lo quemado que estaba, me presenté en Santa Justa (la estación de trenes de Sevilla) al día siguiente para coger el AVE a las 17:45 que me llevaría a Madrid. 2 horas y media de viaje que se hicieron bastante rápidas. Al llegar, me esperaba Raquel, una de las monitoras de la empresa que gestiona mi beca, para acompañarme al hotel donde haría noche (no había trenes tan temprano para el día de la cita, que fue a las 8 de la mañana).
Nos alojamos justamente detrás de las Torres KIO, con unas vistas muy bonitas y, lo mejor, un señor apartamento con cama doble para mí solo. :) Después de instalarnos y relajarnos un poco, bajamos a cenar y estuvimos charlando un buen rato de todo tipo de temas, pudiendo comprobar lo simpática que, según los que ya habían ido, era. La verdad, una persona que me alegro de haber conocido!
(aquí empezó a introducir el inglés como si nada)
Todo empezó el lunes, día 8 de agosto de 2016, cuando estábamos unos amigos y yo en la estación de autobuses de Sevilla esperando al que nos llevaría a Matalascañas para darle una sorpresa-despedida a una Spanadian a la que ya no volveré a ver hasta dentro de un año. Perdimos el primer bus, pero mientras esperábamos al siguiente me llegó el e-mail con la fecha para el visado; tenía que irme al día siguiente. Menos mal que adelantamos el plan... Pues bien, con el susto en el cuerpo
![]() |
Vistas desde mi ventana |
Nos alojamos justamente detrás de las Torres KIO, con unas vistas muy bonitas y, lo mejor, un señor apartamento con cama doble para mí solo. :) Después de instalarnos y relajarnos un poco, bajamos a cenar y estuvimos charlando un buen rato de todo tipo de temas, pudiendo comprobar lo simpática que, según los que ya habían ido, era. La verdad, una persona que me alegro de haber conocido!
Anécdota: Jugaban el Sevilla contra el Real Madrid, o sea que imagina el panorama en el restaurante; todo repletito de hinchas madrileños que saltaban eufóricamente cada vez que marcaban un gol, y yo, más solo que la una.
El día llegaba ya a su fin: volvimos al hotel, nos fuimos cada uno a su habitación y programamos las alarmas: nada más ni nada menos que a las 5 de la mañana. Con el cansancio del viaje en el cuerpo, me duché y estrené esa hermosa cama. Yo soy de esas personas que, cuando al día siguiente hay algo fuera de lo normal (véase una excursión con el instituto, un viaje o una cita para visado) no puede dormir. ¿Qué hay mejor, pues, que ver como nos ganan todas las medallas en los JJOO? Pues eso, que entre picos y micos viendo a los gimnastas dando brincos, me intenté dormir sobre las 12, aunque al menos hasta las 12:30 no pude conciliar el sueño.
Ya es día 10, y suena el despertador. A las 5:40 debíamos estar fuera de la habitación para ir a recoger a las otras dos chicas que venían ese día a sacarse el visado conmigo: Ane (de Guipúzcoa) y Alia (de Cantabria), aunque ellas corrieron menos suerte al tener que estar cerca de 6 horas metidas en un bus que les llevara a la capital. Total, después de prepararme y hacer la maleta (que no me costó mucho, solo llevaba tres cositas), cogimos un taxi que nos dejó en Avenida América. Ane llegó primero, y Alia después. Siguiente destino: desayuno, aunque sobre todo, café.
![]() |
Cual guiri por Madrid |
La embajada no quedaba muy lejos de esta estación de buses, así que fuimos dando un paseo con el agradable fresco mañanero de Madrid (ironía modo on). Solo había que ver la cantidad de coches que guardaban la paz cerca de la embajada para saber dónde estaba. Desayunamos en la única cafetería que había abierta a esas horas, y esperamos hasta las 7:45 para ir. Raquel no podía entrar con nosotros, por lo que se encargo de repetirnos lo que teníamos que hacer hasta que nos quedó claro a los 3. Con el pasaporte y la cita en mano, nos pusimos rumbo a "suelo americano". No habíamos ni siquiera comenzado cuando ya ocurrió lo primero: Ane había traído la foto errónea. Le salvó el fotomatón que había dentro de la embajada, y menos mal! Después de este episodio, todo salió más o menos como cuentan los otros becados: entramos, nos pusimos más nerviosos que ninguno, esperamos el turno que nos dieron cual pescadería, entregamos el pasaporte y la documentación necesaria, nos tomaron las huellas dactilares, volvimos a esperar y... llegó la hora de la temida entrevista. Viéndolo con perspectiva, no me explico cómo nos pudimos poner tan nerviosos por semejante tontería, con perdón.
(Reproducción calcada del momento)
- Hola, buenos días.
* Hola. ¿Me entrega su documentación, por favor?
- Sí, claro (se la entregamos asustados).
* Así que te vas un año a estudiar a USA. Genial!
And, how's your English?
- Ehhh... (momento de no saber qué responder) I think it's good!
* Okay. Where are you going?
- I'm going to Arkansas.
* De acuerdo. Te hemos concedido tu visado. Puedes irte.
![]() |
Casi americanos |
Ya esta. Eso fue todo XD. 1 hora y media en total esperando. Desde luego, el peor momento (por calificarlo de algún modo), fue cuando mi entrevistadora me preguntó dónde iba a estudiar, y le dije con toda mi cara Arkansas, así tal cual, a lo español, a lo que me respondió: nonono, es Ark-an-saw, con acento en la última sílaba. Sin palabras la vergüenza que pasé jajajaj :/
Y nada, salimos y recogimos a Raquel, pero antes no podíamos irnos sin hacernos la ya mítica #fotoembajada. Tras esto, decidimos coger un bus para al menos poder ver algo de Madrid.
Ya llegaba la hora de despedirse, pero mi AVE salía más tarde, por lo que decidieron adelantármelo una hora. Paramos en Atocha y me acompañaron hasta el control de equipajes. La pequeña aventura había acabado, o al menos para mí (ellas debían quedarse un poco más esperando a que salieran sus buses). Me despedí, cogí el tren y, de vuelta a Sevilla, me encuentro escribiendo esto ahora!
Muchas gracias a Raquel por todo, y a Ana y Alia espero que todo salga bien y que paséis el año de vuestra vida (extiendo esto a todos los becados).
Sin más que contar, un casi americano a punto de ser guiri total por un año.
Enjoy life today. Yesterday is gone and tomorrow may never come
Comentarios
Publicar un comentario